Consejos para reparar grietas y fisuras en paredes exteriores

Una vez aparecen las grietas, lo más importante es intentar buscar el origen del movimiento que provocó la grieta, evitar que entre agua y llamar, si es necesario, a profesionales para su arreglo. Es importante saber detectar la causa del movimiento para elegir el sistema de reparación adecuado.

Lo esencial es hacer un informe preliminar, o una diagnosis más elaborada para detectar el origen de la patología. Podemos decir que las fisuras y las grietas son patologías físicas, provocadas por tensiones inesperadas, que el elemento no puede resistir. El origen más habitual de una grieta es un movimiento estructural, y en la mayoría de casos provocado por un asiento en el terreno. En el resto de casos dependemos de diferentes ensayos (destructivos, no destructivos, ensayos de laboratorio y pruebas de servicio) con las que resolveremos un dictamen final.

Una manera de identificar el origen en grietas de longitudes superiores a 50 cm y que sean inclinadas, es decir, que no sean ni horizontales ni verticales. Si te fijas en las grietas que tienen cierta inclinación, el origen es siempre el centro del posible radio que las dibujaría, o visto de otra manera, la línea perpendicular a la grieta apunta al origen del problema.

Las grietas verticales y horizontales son más difíciles de detectar. Pueden ser originadas por movimientos del subsuelo, o por defectos constructivos, juntas estructurales, cambios en la sección de los elementos, etc., es decir, en los propios puntos débiles de la fachada y de la estructura.

Eso sí, estos consejos son orientativos. Contacta con Grupo Escribano, donde tratamos habitualmente con este tipo de patologías, y asegúrate de que se hacen los pertinentes estudios.

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